miércoles, 6 de enero de 2010

Despliego.


*


Enciendo un cigarrillo y observo desde mi novela toda esa ciudad,
que desastre no? Qué melancolico ver su aflicción por un sistema que transforma.
Qué edición más drastrica del dramaturgo: mover al maniqui sentado en una plaza solitario, en intento de lluvia -una crisis sentimental- Sólo escuchando su música francesa de lugar, recordando su destello más animante cada vez, cuando era valioso y burges ante esa colectiva aventura que generaba una quimera invisible y cruel.
Más sentí dentro de mi una entrega, algo se movia en mi centro algo infaliblemente animoso, creo que en cierto momento flaquie, hasta hoy, hoy entrege mi corazón saturado de palabras, creo que era la muestra precisa de un: " guardar ahora"
--> Esos violinillos daban pasos bajo de mi, me ligaba a una mitología poseída <--
recogí de la manera más determinante en consideración máxima de mi decadencia, por una percepción existencial, devastando mi filosofía para justificar mi delirio enmascarado.
Creí en la comedia, más no considere la tragedia, aquella que echo su trasero en mi: empapo mi vida en forma exacerbada y concluyente. lo siento a transfondo me enmascare y me aplique la percepción humana radical, rechazar ese daño preocupante, abandone lo que significa creer (...)
Por ello me disculpo a mi : frente a ti -Plasme mis pensamientos y acorte mi vida
me sumergí en mi vida pálida y esquisitamente ficticia.
Escuche tras de mi, pidiendo a gritos un sollozo plástico, imagine rueditas tibias de placer que burlaban las palabras contenida de noviazgos falsos, era anti-lógico ( blah).

No hay comentarios: